Un teatro sin actores en el que los telones ocupan el escenario. El telón ha dejado de ser un elemento de transición entre actos para convertirse en la propia escena. Una obra de teatro que es articulada por el subir y bajar de los telones, que crean infinitas combinaciones cromáticas. Diversidad de ritmos y movimientos que posibilitan encuentros aleatorios entre los diferentes telones y colores.
El Público, Centro Federico García Lorca. Granada 2015.